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Hecho por: Ventura Córdova Klaudia Rosmery


¿Una Verdadera forma de creación?

Procreación es según el mismo diccionario "Acción y efecto de procrear" y esto a su vez consiste en "engendrar, multiplicar una especie". Dentro de la creación el hombre ocupa una posición especial, esto no es un conocimiento revelado sino que se puede adquirir por la contemplación de la realidad mediante nuestra razón. El hombre racional y libre ocupa una posición eminente, por su realidad y por su destino, dentro del orden creado.

La vinculación del hombre al creador es especial. La Iglesia nos enseña que esta vinculación es tan estricta que el alma espiritual es directamente creada por Dios, no la transmitimos a nuestros hijos. El error del traducianismo se hace evidente en la tentación de dominio que podría surgir respecto al ser que es llamado a la vida. Aquellas personas que han o tienen hijos ya han pasado por esta experiencia, son en cierta medida los hijos parte de ellos, carne de su carne pero ellos son libres, se van haciendo adultos, desde pequeños van afirmando su personalidad. Aquí surge la peculiaridad del acto pro creativo humano, acto libre por excelencia que nos convierte en colaboradores de Dios en hacer algo que nos trasciende, traer un hombre al mundo destinado al cielo. La Iglesia defiende el derecho de los padres a la procreación, pero postula también que el fin no justifica los medios; que no basta una intención legítima para que el acto sea bueno. No se puede recurrir a cualquier medio, para obtener una procreación o satisfacer un interés de los padres. El matrimonio tiene derecho a realizar los actos que naturalmente llevan al embarazo, los esposos tienen derecho al “débito conyugal”, pero no tienen “derecho al hijo”, como si éste fuera una cosa, o como si se pudiera utilizar cualquier medio para tenerlo. Se debería aclarar que los medios de inseminación u otros solo tienen un objetivo que es lograr “crear” una persona. ¿Cuáles creen ustedes que sea el mejor método de procrear? ¿Será mejor concebir dentro o fuera del útero?¿Qué métodos se pueden utilizar para llegar al desarrollo fetal de un niño?¿Será correcto que por el hecho de desear tanto un hijo burlemos algunas de nuestras creencias y principios? Talvez la mejor forma de procrear no sea el practicar métodos de fertilidad que nos lleven al uso de probetas como futuros úteros para aquellos niños concebidos en un laboratorio. En un punto es cierto que la inseminación y sus métodos son parte de la evolución de la medicina pero incluso esta ciencia puede tener pequeños errores que talvez en el futuro corregirá. . En este trabajo no se trata de ir contra la ciencia sino por el contrario mejorar su uso pero también es el prevenir de futuros efectos adversos de la ciencia en la sociedad. He aquí los siguientes argumentos que respaldan esta idea:

Los procedimientos de procreación que se dan incluso en los mejores laboratorios del mundos nos brindan como su máximo porcentaje de éxito del 24% ; es decir, que cada embrión tiene un 6% de posibilidades de sobrevivir. Esto significa que por cada 6 niños nacidos in vitro, mueren 94. La mortalidad de embriones humanos nacidos luego de fecundación in vitro es un 50% mayor que los concebidos naturalmente.

Aquí podemos darnos cuenta de la mortalidad que se ve en este tipo de procedimientos que resulta más del doble de peligrosos de lo normal.

El tiempo peri natal es muy riesgoso y aumenta ligeramente la tasa de malformaciones. Además los niños concebidos con el uso de “Inyección intracitoplasmática de espermatozoides” (ICSI) o de FIV tienen el doble de riesgo de presentar un defecto mayor en el nacimiento respecto de la población general. En un embarazo normal el riesgo es natural ya que todo embarazo se puede manifestar o clasificar como un riesgo pero este tipo de procedimientos lo único que logra es hacer que este porcentaje ascienda, es por ello que me valgo de este argumento para defender mi posición ya que estamos hablando de hechos comprobados por la misma ciencia.

El número de embriones que se pierden en embarazos naturales es muy inferior a las muertes en la procreación artificial (hablamos de un 46%; frente al 94%) y podría deberse a anomalías cromosómicas. Estudios sugieren que los niños nacidos por FIV tienen un riesgo aumentado de desarrollar problemas cerebrales, en particular parálisis cerebral. En un estudio australiano, el 8,6% de los niños nacidos por FIV tenía defectos mayores en el nacimiento. .Es a caso que estos niños tiene que pasar por todo este calvario, es que no nos damos cuenta de lo que les estamos haciendo, no solo hablamos de nuestra propia opinión sino también de estudios realizados y de los expertos que nos dicen lo que realmente significa el concebir artificialmente y las consecuencia que traen.

Según el Doctor Belliene (Profesor de Terapia Neonatal en la Escuela de Especialización de Pediatría de la Universidad de Siena y director de Terapia Intensiva Neonatal en la ciudad italiana) los niños nacidos por fecundación artificial tienen bajo peso en el nacimiento, tienen riesgo de incapacidad y muerte.

En febrero de 2002, un equipo de Uppsala, Suecia, trabajó con 5.680 niños nacidos por FIV: mostró que en general, los niños nacidos por FIV tienen con mayor frecuencia necesidad de los servicios de centros de rehabilitación respecto a la población normal y el riesgo de parálisis cerebral es de 3.7.

La inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) puede aumentar el riesgo del déficit del “impresión” esto tomo por sorpresa a Feindenberg y DeBaun, de la John Hopkins University, se quedaron impresionados por el hecho de que el 4,6% de sus pacientes con síndrome de Wideman-Beckwitt (enfermedad congénita del crecimiento que provoca un tamaño corporal grande y órganos grandes se da al nacer) habían sido concebidos por FIV (la enfermedad está presente en un nacido de cada 15 mil). Y aún más recientemente, cinco niños holandeses concebidos por FIV han presentado retinoblastoma, un cáncer infantil de la retina que aparece en un nacido de cada 17 mil. Es aquí donde nos deberíamos cuestionar si estamos realizando bien las cosas como es que se puede permitir esto y es más teniendo estos antecedentes los científicos deberían aplicar más su lógica y ya no seguir desarrollando más embriones de estos sino por el contrario hallar lo que anda mal solucionarlo y talvez así poder continuar.

En el aspecto psicológico; Un reciente libro publicado por un famoso psiquiatra francés Benoît Bayle con el título «L'embryon sur le divan. Psychopathologie de la conception humaine» con su traducción del francés al español «El embrión en el diván. Psicopatología de la reproducción humana» (París, 2003), hace reflexionar en los riesgos a largo plazo sobre la serenidad de los niños nacidos de fecundación «in vitro»: habla de «síndrome del superviviente».

Esta patología, verificada en primer lugar en los supervivientes de los campos de concentración, se manifiesta con sentimiento de culpa («otros han muerto para dejarme vivir») o sentido de omnipotencia («lo he conseguido porque soy indestructible»).

En síntesis, decimos que la procreación es la acción propia de procrear la cual dota al ser humano de una función característica para el cual fue creado, la perpetuación de su especie, según lo que nos muestra la iglesia, en su concepción las personas o seres humanos tienen el derecho de tener un hijo pero sin transgredir las normas de la naturaleza para poder lograr ese objetivo. Por otro lado la ciencia nos muestra una amplia galería de métodos que podemos usar pero a la vez nos presenta métodos de concepción poco seguros y que incluso pueden dañar nuestra progenie, la continua visión de casos en los cuales por causa de una FIV u otro método de fecundación artificial los niños “creados” no pueden llevar ni tener una vida normal por diferentes circunstancias adversas.



La prematuridad y la mortalidad que generan este tipo de concepción son realmente alarmantes niños con un alto índice de enfermedades que en niños concebidos normalmente son muy bajos, por no decir nulos. El desarrollos de estos sujetos es psicológicamente alterado, ya que presenta en su gran mayoría transtornos de culpa o de omnipotencia. Una de las recomendaciones dadas es optar por la adopción darle a un niño nacido naturalmente una calidad de vida y no “crear más niños sin calidad de vida todo depende de nosotros. Podemos adoptar con calidad y no crear sin humanidad, todo depende de una decisión.

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