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AUTORA: YADIRA BENITES CASTILLO


AGRADECIMIENTO



Mi agradecimiento infinito a Dios por obsequiarme mi mayor regalo, mi familia y por darme la oportunidad de estudiar lo que tanto he deseado, Medicina.

A los Doctores Iván Ugaz, Raúl Ortiz y Luis Cotrina por sus valiosas enseñanzas durante mi primer ciclo de formación académico profesional.



































DEDICATORIA



A mis padres y hermanos por todo su esfuerzo, confianza y su amor, incondicional que me han brindado y por su apoyo moral y económico que me está dando en mis estudios universitarios.













INTRODUCCIÓN



La diabetes es una enfermedad crónica considerada actualmente como un problema de Salud Pública. Esta enfermedad produce un impacto socioeconómico importante en el país que se traduce en una gran demanda de los servicios ambulatorios, hospitalización prolongada, ausentismo laboral, discapacidad y mortalidad producto de las complicaciones agudas y crónicas.

La diabetes es una enfermedad incurable que en nuestro país afecta a casi 2 millones de personas según datos oficiales del Ministerio de Salud. Lo peor es que esta cifra va en aumento y se calcula que la mitad de los afectados ignora su condición.

La diabetes es la décimo quinta causa de mortalidad en el Perú, según informes de la Oficina de Estadística e Informática del Ministerio de Salud; mientras que en América Latina se calcula que existen aproximadamente 35 millones de afectados por esta enfermedad.

La prevalencia de diabetes mellitus varía entre 2 y 5% de la población mundial. En Estados Unidos, los casos diagnosticados de diabetes alcanzan al 5.9% de la población total, con predominio de la raza afro americana, mexicano americana e hispana.

En el Perú la prevalencia de diabetes es de 1 a 8% de la población general, encontrándose a Piura y Lima como los más afectados. Se menciona que en la actualidad la diabetes mellitus afecta a más de un millón de peruanos y menos de la mitad han sido diagnosticados.

INDICE



Agradecimiento



Dedicatorias



Introducción



1. DIABETES…………………………………………………………8



1.1 Definición……………………………………………………..8

1.2 Causas…………………………………………………….....10

1.3 Factores de Riesgo………………………………………...11

a) Genético………………………………………………11

b) Edad……………………………………………………11

c) Sexo……………………………………………………12

d) Raza……………………………………………………12

e) Embarazo……………………………………………...12

f) Obesidad……………………………………………….13

g) Inactividad física……………………………………..13

h) Dieta…………………………………………………....14

i) Tabaquismo…………………………………………...14

j) Medio ambiente………………………………………..14

2. SÍNTOMAS DE LA DIABETES…………………………………15

3. TIPOS DE DIABETES …………………………………………...16

3.1.- Diabetes Tipo 1……………………………………………..16

3.2.- Diabetes Tipo 2……………………………………………..17

3.3.- Diabetes Gestacional………………………………………18

3.4.- Otras formas de diabetes…………………………………19

3.5..- Metabolismo alterado de la glucosa……………………19

4. CARACTERÍSTICAS DE LA DIABETES MELLITUS TIPO1 Y DIABETES TIPO 2 ………………………………………………………………………20

5. DIAGNÓSTICO…………………………………………………………20

6. PREVENCIÓN…………………………………………………………...22

7. COMPLICACIONES……………………………………………………24

7.1. Complicaciones agudas…………………………………….24

a) Cetoacidosis diabética………………………………...24

b) Síndrome hiperosmolar no cetósico………………..25

c) Acidosis láctica………………………………………….27

d) Hipoglicemia……………………………………………..29

7.2. Complicaciones crónicas…………………………………..32

a) Retinopatía diabética…………………………………...32

1.- Etapas de la retinopatía diabética…………...32

1.1. Retinopatía no proliferativa ligera….33

1.2. Retinopatía no proliferativa moderada…33

1.3. Retinopatía no proliferativa severa…….33

2.- Riesgo de desarrollar la retinopatía diabética…34

3.- Detección del Edema Macular……………………35

3.1.- Prueba de agudeza visual……………….35

3.2.- Examen con dilatación de las pupilas…35

3.3.- Tonometría……………………………………35



b) Pie diabético…………………………………………………….37

1.- Prevención de lesiones del pie diabético………….37

2.- Cuidados de las lesiones ya existentes……………39

3.- Tratamiento del pie diabético…………………………39

c) Neuropatía diabética……………………………………………40

1.- Causas de la neuropatía diabética…………………...40

2.- Síntomas de la neuropatía diabética………………...41

3.- Prevención de la neuropatía diabética……………...42

4.- Tratamiento de la neuropatía diabética……………..43

d) Nefropatía diabética……………………………………………..44

1.- Síntomas de la nefropatía diabética…………………44

2.- Diagnóstico de la nefropatía diabética………………45

3.- Prevención de la nefropatía diabética………………45

4.- Consecuencias de la nefropatía diabética………….46



e) Enfermedad cardiovascular……………………………………46



f) Lesiones dermatológicas……………………………………….47

8. DIABETES Y PROBLEMAS SEXUALES………………………………..48

a) Diabetes en la sexualidad femenina…………………………48

b) Diabetes en la sexualidad masculina………………………..54

9. TRATAMIENTO DE LA DIABETES……………………………………….56

10. CONCLUSIONES……………………………………………………...…....62

11. RECOMENDACIONES………………………………………………..……62

12. BIBLIOGRAFIA Y LINKOGRAFÍA………………………………………..64

12.1. BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………..64

12.2. LINKOGRAFÍA…………………………………………………...……65

13. ANEXOS………………………………………………………………...……68













1 DIABETES



1. 1. Definición

La diabetes mellitus es una enfermedad producida por una alteración del metabolismo (metabolismo es un conjunto de reacciones químicas que tienen lugar en las células del cuerpo), caracterizada por un aumento de la cantidad de glucosa en la sangre y por la aparición de complicaciones microvasculares (enfermedad de los vasos sanguíneos finos del cuerpo, incluyendo vasos capilares) y cardiovasculares (relativo al corazón y los vasos sanguíneos) que incrementan sustancialmente los daños en otros órganos (riñones, ojos, corazón, nervios periféricos) y la mortalidad asociada con la enfermedad y reduce la calidad de vida de las personas afectadas.

La diabetes afecta a entre el 5 y el 10% de la población general, esta variación depende de los estudios consultados. Debe tenerse en cuenta que se estima que por cada paciente diabético conocido existe otro no diagnosticado. Su frecuencia aumenta significativamente con la edad y también con el exceso de peso y la vida sedentaria, por estos motivos se espera un importante aumento del número de diabéticos en los próximos decenios.

El aumento de pacientes con diabetes se explica por el cambio en el estilo de vida de la gente, aunque también son factores de riesgo la herencia genética, obesidad, poca actividad física y la mala alimentación.





La Diabetes Mellitus es una enfermedad producida por la alteración del metabolismo de los carbohidratos, que incrementa de manera excesiva el volumen de la glucosa en la sangre y a veces en la orina, produciendo complicaciones cardiovasculares que dañan sustancialmente otros órganos de las personas afectadas.

La Diabetes Mellitus es una enfermedad multiorgánica, pues al no ser tratada, puede lesionar casi todos los órganos y en especial los ojos, riñones, corazón y las extremidades. También puede producir alteraciones en el embarazo, las cuales se presentan en el peso del neonato (generalmente el hijo de madre diabética nace con exceso de peso en comparación a un neonato normal). El tratamiento adecuado y los avances médicos relacionados con esta enfermedad, en los últimos años, han mejorado notablemente la calidad de vida de las personas diagnosticadas con diabetes, ya que en el pasado, antes de la creación de la insulina inyectable en los años 20, los diabéticos fallecían por coma diabético. Este último es la consecuencia más grave de la diabetes y por ello de peligro mortal. En un coma diabético pueden presentarse valores de glucosa en la sangre de 1000 mg/dl (los valores normales de glucosa en la sangre son de 60 a 120 mg/dl). Además, ocurre una sobre acidificación de la sangre (acidosis metabólica). Este coma es ocasionado por infecciones, excesos en la alimentación (demasiados carbohidratos), o en el caso de diabéticos que se inyectan insulina, por una dosificación errónea de esta última.

Más que entidad única, la diabetes es un grupo de procesos con causas múltiples. El páncreas humano segrega una hormona denominada insulina que facilita la entrada de la glucosa a las células de todos los tejidos del organismo, como fuente de energía, logrando su distribución uniforme en nuestro organismo.

En un diabético, hay un déficit en la cantidad de insulina que produce el páncreas, o una alteración de los receptores de insulina de las células, dificultando el paso de la glucosa. De este modo aumenta la concentración de glucosa en la sangre y ésta se excreta en la orina.

Las principales características de la Diabetes Mellitus son:

1. Pérdida de la facultad natural del organismo para almacenar la cantidad necesaria de azúcares.

2. Eliminación por la orina de una parte del azúcar que el organismo, en condiciones normales, debería utilizar para la producción de energía.

3. Alteración de la capacidad de aprovechamiento de las albúminas y grasas.

4. Como resultado de todos estos trastornos, la aparición de una serie de sustancias nocivas y perturbadoras del organismo.

2.- Causas

Al parecer existe un fuerte factor hereditario que predispone hacia ambos tipos de diabetes. Sin embargo, como ocurre con muchos factores hereditarios la presencia de factores ambientales puede proveer las condiciones adecuadas para que esta predisposición se manifieste o por el contrario puede ayudar a evitar que la condición se produzca. La obesidad y el consumo excesivo de grasas son factores precipitantes en la diabetes tipo II. Se sospecha que en ambos tipos de diabetes, pero particularmente en la diabetes tipo I pueden estar involucrados procesos autoinmunes. Estos son procesos en los que células del sistema inmunológico que debieran ir destinados a atacar virus o bacteria, atacan nuestro propio cuerpo.

3.- Factores de riesgo

a) Genético:

Si bien aún no se conoce a ciencia cierta cuál es el mecanismo hereditario mendeliano de la diabetes mellitus de tipo 1, todo apunta a que la susceptibilidad para esta patología reside en el locus de histocompatibilidad HLA del cromosoma 6. Aunque existe una asociación clara entre los alelos de clase I (HLA B8 y B15) y la diabetes mellitus tipo I, se cree que son los alelos de clase II, localizados en locus D los más importantes.

Es importante señalar que en los familiares de primer grado de los diabéticos mellitus tipo 1 existe una probabilidad de desarrollar la enfermedad que ha sido estimada en torno a un 5-10%.

Se estima que las personas que tienen un hermano o un familiar con diabetes tipo 2 corre un riesgo de un 40% de desarrollar diabetes a lo largo de su vida.

En concordancias de menos del 100%, se considera que existe una influencia de los factores no genéticos en el desarrollo de la diabetes tipo 2.

b)Edad.

Antes de los 30 años de edad son pocos los pacientes con diabetes tipo 2, pero a manera que incrementa la edad, también incrementan los pacientes con diabetes tipo 2. El promedio de edad al momento del diagnóstico de diabetes tipo 2 es mas bajo en grupos raciales (hispanos, entre otros), que tienen una alta carga genètica para el desarrollo de diabetes.

c)Sexo.

A pesar de las inconsistencias en lo estudios, los datos nacionales indican que la frecuencia de los pacientes diagnosticados con diabetes tipo 2 después de los 20 años de edad es similar entre mujeres y hombres de raza blanca no hispanos, (4.5 % y 5.2% respectivamente), pero es mucho mayor en las mujeres México americanas (10.9%), que en los hombres México americanos (7.7%).

d) Raza.

Particularmente afroamericanos, nativos americanos, asiáticos, isleños del pacífico e hispanoamericanos)

e) Embarazo.

Hay una relación directa entre el número de embarazos con la probabilidad de desarrollar diabetes mellitus tipo 2; a mayor número de embarazos mayor probabilidad de desarrollar diabetes. Además, la mujer que presenta diabetes gestacional (diabetes durante el embarazo, es decir, antes del embarazo la mujer no tenía diabetes) y que normaliza su glucosa (azúcar) después del embarazo tiene un riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2 de aproximadamente 5 a 10% cada año.



f) Obesidad.

Alrededor de un 80% de los pacientes con diabetes tipo 2 son obesos. El riesgo de desarrollar diabetes aumenta de forma progresiva tanto en varones como en mujeres a medida que aumenta el grado de sobrepeso, fenómeno debido, al menos en parte, a la disminución de la sensibilidad a la insulina a medida que el peso se incrementa. Estudios realizados indican que los individuos obesos tienen por lo menos 5 veces mas riesgo de desarrollar diabetes que las personas con peso normal.

Las personas con una historia familiar de diabetes (ambos padres con diabetes tipo 2) se hacen más resistentes a la acción de la insulina a medida que aumenta el peso corporal que los que no tienen historia familiar de diabetes tipo 2.

El mayor riesgo de diabetes se asocia a la obesidad central o troncal en la que la grasa se deposita a nivel subcutáneo (debajo de la piel) e intraabdominal (entre las visceras), se puede evaluar con una simple medición de la circunferencia a nivel de la cintura. En hombres no debe ser mayor a 98 cm y en mujeres no mayor de 88 cm.

g) Inactividad Física.

La actividad física aumenta el riesgo de presentar diabetes tipo 2. El efecto protector del ejercicio puede estar en la prevención de la resistencia a la acción de la insulina, y produciendo una mejor acción de la insulina en los tejidos muscular, adiposo (grasa) y hepático (hígado).



h) Dieta.

La pobre ingesta de calorías ya sea por una dieta balanceada o por escasez de alimentos ha sido asociada con una disminución de la frecuencia de diabetes. Además de la ingesta de calorías, los componentes de la alimentación tales como hidratos de carbono y grasas son factores que influyen en el incremento de peso y desarrollo de diabetes tipo 2.

Una alimentación alta en grasas esta asociada a obesidad y a una distribución alterada de la grasa en el cuerpo.

i) Tabaquismo.

Estudios sobre el efecto agudo del fumar sobre la tolerancia a la glucosa demuestran que la respuesta metabólica en una prueba con carga (toma oral) de glucosa se altera, dando mayor incremento de glucosa en la sangre (hiperglucemia) con el fumar. Asì ¬ mismo los fumadores suelen presentar un aumento de las concentraciones en la sangre de insulina y poca acción de la insulina en los tejidos musculares, grasos y del hìgado, además las personas que fuman tienen elevación del colesterol (grasa) malo (LDL), y esta elevación del colesterol es un factor de riesgo para el desarrollo de diabetes tipo 2.

j) Medio ambiente.

Ciertos cambios en el estilo de vida en grupo de población susceptible, pueden incrementar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. El medio ambiente esta generalmente relacionada a grandes cambios en el estilo de vida, como son la alimentación, la actividad física, así¬ como un incremento en la obesidad, la cual puede incrementar el riesgo de intolerancia a la glucosa y diabetes tipo 2.

El consumo de alimentos con alto contenido de energía como son las grasas y los carbohidratos simples sustituyen a los alimentos tradicionales como las leguminosas y los vegetales. Menor actividad física es otro elemento de las áreas urbanas y aunado al mayor consumo de alimentos de escaso valor nutricio trae como consecuencia obesidad y una mayor susceptibilidad a diabetes tipo 2.

2.- SINTOMAS DE LA DIABETES

Los síntomas que produce la enfermedad son diferentes dependiendo del tipo de diabetes pueden ser escasos o poco llamativos:

• Sed

• Aumento de la cantidad de orina

• Aumento del apetito

• Picores

• Infecciones

• Enfermedades cardiovasculares asociadas

Ambos tipos de diabetes producen una diversidad de síntomas entre los cuales se encuentran sed y hambre constantes, y una excesiva producción de orina.

En la diabetes tipo I también se puede producir una significativa pérdida de peso.

• Aumento de la sed en cuanto a veces y volumen de líquido preciso.

• Aumento de la frecuencia y volumen de orina.

• Pérdida de peso a pesar del aumento del apetito.

• Vaginitis, infecciones de la piel, visión borrosa y frecuentes infecciones de vejiga.

• Ocasionalmente impotencia en el hombre y desaparición de la menstruación en la mujer.

3. TIPOS DE DIABETES

3.1. Diabetes Tipo 1: Es el resultado de la destrucción de las células del páncreas que producen la insulina (células beta) y que predispone a una descompensación grave del metabolismo llamada cetoacidosis. Es más típica en personas jóvenes (por debajo de los 30 años).

En la diabetes tipo 1 (que solía denominarse diabetes insulino-dependiente o diabetes juvenil), el páncreas no produce insulina. Esto es así porque, debido a algún motivo que los médicos no pueden establecer con certeza, el sistema inmunológico ha atacado el páncreas y destruido las células que producen insulina.

Cuando una persona padece diabetes tipo 1, el cuerpo puede seguir obteniendo la glucosa contenida en los alimentos, pero la ausencia de insulina hace que esa glucosa no pueda ingresar en las células, que la necesitan. Entonces, la glucosa permanece en la sangre. Esto hace que los niveles de azúcar en sangre aumenten demasiado y genera problemas de salud.

Cuando una persona padece diabetes tipo 1, el páncreas no puede volver a producir insulina. Para solucionar este problema, alguien que padece diabetes tipo 1 debe inyectarse insulina o usar una bomba de insulina regularmente.

3.2. Diabetes Tipo 2: Caracterizada por resistencia a la insulina que puede estar asociada o no con una deficiencia de insulina y que puede estar presente con muy pocos síntomas durante mucho tiempo. Esta forma es más común en personas mayores de 40 años aunque cada vez es más frecuente que aparezca en sujetos más jóvenes.

La diabetes tipo II es la más frecuente pero de tratamiento más sencillo. En este caso, el páncreas sí produce insulina pero esta no funciona de manera adecuada.

Ese tipo de diabetes se da más en los adultos mayores de 40 años, personas con exceso de peso y con antecedentes familiares de la enfermedad. Sin embargo en los últimos años a aumentado su incidencia en personas jóvenes.

Los factores de riesgo incluyen los antecedentes de tipo familiar, la obesidad, los malos hábitos alimenticios y la poca actividad física.

Una diabetes mal llevada puede ocasionar daños irreparables en la salud, causar discapacidad y hasta la muerte.

Entre los daños que conlleva el mal tratamiento de esta enfermedad están la ceguera, problemas nerviosos, insuficiencia renal que obliga al paciente a someterse a hemodiálisis, daños en el corazón, problemas circulatorios, problemas en los pies, y la amputación de algún miembro.

3.3. Diabetes Gestacional: Diabetes cuyo inicio se reconoce durante el embarazo. Las mujeres que la padecen deben ser estudiadas después del parto ya que la diabetes puede o no persistir después.

Durante el embarazo normal se producen adaptaciones metabólicas, encaminadas a corregir el desequilibrio que se produce al necesitar un mayor aporte nutritivo para el feto. Uno de estos desequilibrios consiste en que el organismo necesita un mayor aporte de insulina al precisar una mayor utilización de la glucosa.

Una prueba evidente de este cambio es la experimentada por toda embarazada, que suele notar por las mañanas los desagradables síntomas de la hipoglucemia: nauseas, somnolencia, cansancio, debilidad, etc.

Conforme avanza la gestación, la adaptación metabólica se intensifica, alcanzando gran importancia durante las últimas 20 semanas del embarazo.

Todos estos cambios metabólicos llevan a una serie de consideraciones cuando se producen en una mujer diabética:

• En algunas pacientes la Diabetes aparece por primera vez durante el embarazo.

• Los criterios convencionales para el diagnostico de la Diabetes no son aplicables en la gestación

• Conforme avanza la gestación se produce un aumento en las necesidades de insulina.

• Los criterios habituales de control metabólico estricto no son aplicables durante la gestación

3.4. Otras formas de diabetes: condiciones variadas que consisten básicamente en formas específicas, genéticas de diabetes, o diabetes asociada con otras enfermedades o el uso de fármacos. Entre las más comunes están las enfermedades del páncreas y el uso de corticoides en algunos tratamientos.

3.5. Metabolismo Alterado de la glucosa: Existen algunas situaciones clínicas intermedias entre la normalidad y la diabetes confirmada, se conocen como situaciones de Metabolismo Alterado de la glucosa, actualmente se ha vuelto a rescatar para denominarlas el término prediabetes que estuvo abandonado durante algunos años. Esta alteración se caracteriza por:

 Alteración metabólica intermedia entre la normalidad y la diabetes.

 Son un factor de riesgo para desarrollar diabetes mellitus y enfermedades cardiovasculares.



4. CARACTERÍSTICAS DE LA DIABETES MELLITUS TIPO 1 Y DIABETES MELLITUS TIPO 2

Características de la DM1 y DM2

Diabetes Tipo 1 Diabetes Tipo 2

Normalmente diagnosticada antes de los 35 años de edad. Normalmente diagnosticada a partir de los 40 años de edad.

Las personas que la presentan son delgadas. En la mayoría de los casos, las personas presentan sobrepeso u obesidad.

Los síntomas tienen un inicio rápido. Los síntomas tienen un inicio lento.

Representa el 5% de los pacientes con diabetes. Representa el 95% de los pacientes con diabetes.



5.- DIAGNOSTICO

La forma mas sencilla de diagnosticar la Diabetes Mellitus, es midiendo la cantidad de glucosa en la sangre (Glucemia), siendo lo ideal medirla en la sangre venosa y con la persona en ayunas.

Existe también otro método denominado Prueba de Tolerancia Oral a la Glucosa, que consiste en extraer sangre de una persona en ayunas en las primeras horas del día, y luego de ello deberá desayunar normalmente, regresando al laboratorio en un lapso de 02 horas para una nueva extracción de sangre, lo cual permitirá saber si la persona tiene alterados los mecanismos de metabolización de la glucosa.

Actualmente existen medidores portátiles de glucosa, que en menos de 30 segundos permiten conocer su volumen en la sangre, mas no es recomendable realizarse sólo esta prueba a efectos de diagnosticar la existencia de la enfermedad, puesto que resulta necesario practicar un examen de laboratorio.

La cifra de glucosa en sangre se considera normal cuando es menor de 110 mg/dl.

Hablamos de Diabetes Mellitus Si:

1. La glucemia en ayunas en plasma venoso es mayor o igual 126 mg/dl (7 mmol/l) al menos en dos ocasiones.

2. Hay síntomas de diabetes (ver arriba) y una glucemia al azar en plasma venoso mayor o igual 200 mg/dl (11,1 mmol/l). Aunque no se esté en ayunas. No es necesaria una segunda determinación.

3. La glucemia en plasma venoso a las 2 horas de la Prueba de Sobrecarga oral con 75 g de glucosa es mayor o igual a 200 mg/dl (11,1 mmol/l).

Se ha demostrado que sólo las personas de cierto riesgo deben ser investigadas para detectar una posible diabetes silente; estos son:

• Mayores de 45 años (cada 3 años)

A cualquier edad y cada año si:

• Tienen antecedentes de Diabetes Gestacional, Intolerancia a glucosa o Glucosa Basal Alterada.

• Mujeres con antecedentes de hijos nacidos con más de 4,5 kg.

• Personas con exceso de peso (Indice de Masa Corporal mayor o igual a 27 kg/m2 o mayor o igual a 120% del peso ideal).

• Personas con Hipertensión Arterial.

• Colesterol HDL menor o igual a 35 mg/dl y/o triglicéridos mayores de 250 mg/dl).

• Historia familiar de diabetes en primer grado.

6.- PREVENCIÓN

Para la diabetes tipo 1 no existe ningún método eficaz por el momento. En cambio, está comprobado que la de tipo 2, que es la que aparece con más frecuencia, al estar relacionada con la obesidad se puede tratar de evitar en gran medida adoptando unos hábitos de vida saludables:



• Mantener un peso corporal ideal y un estilo de vida activo pueden prevenir la diabetes tipo 2.

• Realice ejercicio físico de forma regular.

• Abandone el tabaco y las bebidas alcohólicas.

El examen de detección para diabetes tipo 2 y personas sin síntomas se recomienda para:

• Niños con sobrepeso que tengan otros factores de riesgo para la diabetes, comenzando a la edad de 10 años y repitiéndolo cada dos años.

• Adultos con sobrepeso (IMC superior a 25) que tengan otros factores de riesgo.

• Adultos mayores de 45 años, repitiéndolo cada tres años.

Para prevenir complicaciones de la diabetes, visite al médico o al educador en diabetes por lo menos cuatro veces al año y comente cualquier problema que se esté presentando.

Regularmente realizar los siguientes exámenes:

• Hágase tomar la presión arterial cada año (las metas de presión arterial deben ser 120/80 mm/Hg o más bajos).

• Hágase revisar la hemoglobina glucosilada (HbA1c) cada 6 meses si su diabetes está bien controlada; de otro modo cada 3 meses.

• Hágase revisar los niveles de colesterol y triglicéridos anualmente (el objetivo son niveles de LDL por debajo de 100 mg/dL).

• Hágase exámenes anuales para constatar que los riñones estén funcionando bien (microalbuminuria y creatinina en suero).

• Visite al oftalmólogo (preferentemente uno que se especialice en retinopatía diabética) por lo menos una vez al año, o más a menudo si tiene signos de retinopatía diabética.

• Visite al odontólogo cada 6 meses para un examen y limpieza dental completa. Asegúrese de que su odontólogo e higienista sepan que usted padece diabetes.

• Asegúrese de que su médico le revise los pies en cada visita.

Mantenga todas sus vacunas al día y hágase aplicar la vacuna antigripal cada año en el otoño.

La Diabetes mellitus es una enfermedad que causa un aumento muy importante del riesgo de padecer y morir de una enfermedad cardiovascular.

Esta es una asociación tan fuerte desde el punto de vista clínico que hoy muchos autores y comités de expertos, recomiendan tratar al paciente con diabetes como si ya fuese seguro que sus arterias están dañadas en lo referente a otros factores de riesgo cardiovascular como cifras de Colesterol, tensión arterial, uso de fármacos antiagregantes plaquetarios etc.

Pero además la diabetes y sobre todo la diabetes mal controlada produce daños en múltiples órganos y sistemas además de en los grandes y pequeños vasos sanguíneos del organismo; así puede causar:

• Por alteración de los grandes vasos: Infarto de miocardio, falta de riego en las extremidades, accidentes cerebrovasculares, enfermedad por arteriosclerosis precoz. Etc.

• Daños en la retina de los ojos Retinopatía diabética.

• Daños en los riñones con nefropatía diabética.

• Daños en el sistema nervioso con neuropatía diabética.

• Diversos daños en la piel con dermopatía diabética.

7.- COMPLICACIONES

7.1. Complicaciones agudas

a) Cetoacidosis diabética

Se debe a la deficiencia de insulina. Antes de considerar la patogenia del trastorno metabólico, es importante revisar los efectos fisiológicos normales de la insulina sobre el metabolismo de carbohidratos, proteínas y grasas, ya que la cetoacidosis simplemente representa una inversión de estos procesos normales estimulados por la insulina.

Cuando se ingieren alimentos, la insulina funciona como principal hormona anabólica que facilita la disposición de carbohidratos, proteínas y grasas, y su síntesis en macromoléculas para almacenamiento. Se absorbe glucosa en la vena porta, y casi 60% de los carbonos derivados de la ingerida terminan en el glucógeno hepático en el periodo posprandial. Una parte importante de ella tal vez no sea resultado de captación directa hepática de glucosa, sino del metabolismo periférico de la glucosa en fragmentos de tres carbonos( lactato, piruvato ) que después son reciclados al hígado donde entran a la vía glucogenética para convertirse en glucógeno, que sirve como forma de almacenamiento de carbohidratos para uso posterior.

b) Síndrome hiperosmolar no cetósico

Síndrome caracterizado por hiperglicemia, deshidratación extrema e hiperosmolaridad plasmática que conducen a un deterioro de la conciencia, acompañado a veces con convulsiones.

El coma hiperglicémico hiperosmolar no cetósico (CHHNC) es una complicación de la DM tipo II. Suele presentarse tras un período de hiperglicemia sintomática en el cual la ingesta de líquido es insuficiente para prevenir la deshidratación extrema producida por la diuresis osmótica inducida por la hiperglicemia. El factor desencadenante puede ser la coexistencia de una infección aguda o alguna otra circunstancia (p. ej., Paciente anciano que vive solo).

El coma hiperglicémico no cetótico es la forma más severa de presentación de la resistencia a la insulina o del déficit relativo de insulina. El resultado de esto es la subutilización de la glucosa y su exceso de producción, se incrementan la glucemia en sangre y la osmolaridad.

Esto ocasiona salida de líquido de la célula hasta que se produce un equilibrio entre el espacio intracelular y el extra-celular y, como consecuencia, la célula se deshidrata y el espacio extracelular se expande. El riñón sobrepasa el nivel de excreción para la glucosa y hay gluco-suria y diuresis osmótica. Por cada litro de orina se pierden aproximadamente 50 meq/L de sodio y K, pero proporcionalmente, se pierde más agua. También hay pérdida de magnesio y fosfatos.

Se produce un círculo vicioso ya que al producirse diuresis osmótica, disminuye el volumen de líquido extracelular, disminuye el filtrado glomerular y, como consecuencia, se reduce la excreción de la glucosa y se incrementa más la glucemia.

La reducción del volumen circulante propicia la inestabilidad circulatoria en estos enfermos. Los ácidos grasos libres están disminuidos o normales lo que implica un defecto en la lipólisis por reducción en las concentraciones de enzimas lipolíticas por lo que, prácticamente, no se producen acetoacetato y betahidroxibutirato. Algunos autores plantean que la hiperosmolaridad inhibe la liberación de insulina pancreática y la producción de ácidos grasos libres del tejido adiposo.



c) Acidosis Láctica

Se debe a la exagerada producción y deficiente catabolización o excreción del ácido láctico. Veamos las causas y mecanismos que llevan a estas alteraciones. El ácido láctico es un producto de la glucólisis (metabolización de la glucosa) formado por vía indirecta a partir de la reducción del ácido pirúvico que es pricipal metabolito derivado del consumo celular de la glucosa. La mayor parte del ácido pirúvico se utiliza para intervenir en el ciclo de Krebs (oxidación de la glucosa y ácido grasos en las mitocondrias para obtener energía para el funcionamiento celular), otra parte, no catabolizada, es transformada en ácido láctico por medio de su reducción y se acumula porque no puede ser oxidado en forma directa. A su vez este último puede oxidarse para reconstituir el ácido pirúvico y esta es la única vía para su metabolización. El ciclo de Krebs requiere un buen aporte de oxígeno a las células y la acción de la insulina además de un buen funcionamiento hepatocítico (sitio principal de la transformación del ácido láctico). El riñón oxida este ácido a pirúvico y además excreta directamenre sin metabolizar, otra parte del primero. Toda circunstancia que disminuya el aporte de oxígeno a los tejidos como la insuficiencia respiratoria, insuficiencia cardíaca, anemia y shock inhiben el ciclo de Krebs y producen mayor cantidad de ácido pirúvico a traves de la única vía disponible para obtener energía (glucólisis anaerobia, porque no necesita 02 para producirse) y aumentará la transformación del ácido pirúvico en láctico en lugar de su ingreso al ciclo de Krebs, además, el exceso de ácido láctico así generado, no puede oxidarse para reconstituir ácido pirúvico. La insuficiencia hepática grave anula el órgano principal donde el ácido láctico se reoxida a pirúvico. La insuficiencia renal afecta su transformación y su excreción. La misma cetosis y estado hiperosmolar a través de la hipovolemia y la consecuente hipoxia tisular además de la insuficiencia prerrenal aumentan la lactacidemia. La micro y la macro angiopatía a traves de la isquemia tisular también favorecen la producción del ácido. La diabetes actúa sobre la mayoría de estos mecanismos. Todas estas circunstancias determinan acumulación del ácido láctico en las células que lo expulsan al intersticio y de allí pasan a la sangre determinando la acidosis láctica. Las biguanidas estimulan en forma indirecta la producción del mismo (a través del aumento de la glucólisis anaerobia, especialmente la antiguamente utilizada fenformina que se abandonó y se reemplazó por metformina que es menos tóxica). En presencia de la función renal normal, que además, excreta las biguanidas es excepcional que ellas produzcan acidosis láctica.

La acidosis trata de compensarse por el aparato respiratorio con el aumento de la ventilación pulmonar con taquipnea y/o hiperpnea (sin aliento cetónico). Existe anorexia, náuseas y vómitos. También se verifica depresión del sistema nervioso central con trastornos del sensorio que llevan a la confusión, sopor y por último, al coma. La inhibición de la contractilidad miocárdica y del tono del músculo liso arteriolar determinan insuficiencia cardíaca e hipotensión arterial. El laboratorio, a través de los parámetros que ya nombramos, muestra acidosis metabólica con compensación respiratoria; la negatividad o débil positividad de los cuerpos cetónicos en sangre y orina descartan la cetosis. El aumento de la lactacidemia por encima de 7 mEq/l sienta el diagnóstico (sus valores normales son de 0,8 a 1, 8 mEq/l.). El ácido pirúvico en sangre es de 0 a 0, 11 mEq/l. El cociente ácido láctico ¸ ácido pirúvico es de alrededor de 10 en el normal aumentando a más de 20 en la acidosis láctica.



d) Hipoglicemia

Es un síndrome que se instala cuando la glicemia es menor a 55 mg. %. Este valor es relativo porque se ha visto pacientes con glicemias menores aún, sin manifestaciones y también valores mayores a 55 mg. %. con sintomatología.

Desde el punto de vista terapéutico y teniendo en cuenta la intensidad de la signosintomatología la hipoglucemia se clasifica en tres variedades:

• Hipoglucemia leve: tiene manifestaciones neurovegetativas o autonómicas reaccionales unicamente: ansiedad, sensación de hambre, temblor, palpitaciones, sudoración, taquicardia, hipertensión arterial. El paciente tiene la capacidad de autotratarse.

• Hipoglucemia moderada: a las manifestaciones simpático-parasimpático se agrega síntomas de neuroglucopenia que dominan el cuadro: confusión mental, cambios de conducta, disartria, inciirdinación motora, visión borrosa y somnolencia. El paciente todavía conserva la capacidad de autotratarse.

• Hipóglucemia grave: hay severos trastornos neurológicos: coma, convulsiones, cuadro de delirio agudo. El paciente debe ser atendido por otra persona.

Además de la glucemia, un dato diagnóstico de valor es la rápida mejoría del cuadro clínico con la administración de glucosa o sucedáneos.

En los dos primeros casos el tratamiento de elección es la ingestión de uno o dos terrones de azúcar (10g.) o un vaso de jugo de naranja azucarado, alguna gaseosa dulce o agua azucarada.

En el cuadro grave, si el paciente es atendido por un médico o enfermero, debe recibir 25- 50 g. de glucosa i. v. (hay ampollas de solución glucosada al 25 o 50 %). En caso de actuar un familiar o no poder efectuar la glucosa, se inyectará glucagon por vía i. v. o i. m. (ampollas con 1 mg. de la hormona).



La glucosa es el combustible preferido por las células para obtener la energía necesaria para su funcionamiento. Como el proceso es contínuo, el aporte de glucosa debe ser asimismo contínuo. El proveedor del combustible es la glucosa sanguínea siendo imprescindible su mantención en valores constantes y de cierta magnitud (mayor que 55 mg. %). La glucemia se mantiene constante gracias al juego de la insulina y las hormonas contrainsulares. Una de las fuentes del azúcar es la alimentación pero como se come solo tres a cuatro veces al día debe existir un mecanismo que mantenga la glucemia en valores constantes en los períodos de ayuno, especialmente el post prandial nocturno. La insulina liberada en el período absortivo (hasta tres a cuatro hs. después de comer) promueve la formación de depósitos de glúcido en forma de glucógeno, especialmente en hígado y músculos estriados. Además, ella favorece la formación de depósitos de grasas (por la síntesis de triglicéridos del tejido adiposo), fuente alternativa de combustible en carencia del glúcido. En el ayuno la glucemia tiende a bajar y comienzan a actuar las hormonas contrainsulares para reestablecer la glucemia a sus valores normales y para estimular la hidrólisis y el consumo de grasas (ácidos grasos libres y cuerpos cetónicos) como fuente complementaria o alternativa de energía. El sistema nervioso central no utiliza las grasas, solo consume glucosa de manera que en situaciones de carencia será el primero en sufrir las consecuencias mientras los demás se pueden mantener con la oxidación de los ácidos grasos. El glucógeno hepático libera inmediatamente glucosa por acción de la adrenalina y el glucagon. El muscular no es hidrolizado ni libera glucosa a la sangre. Este depósito energético dura 24 a 48 hs. Pasado este lapso, la gluconeogénesis inducida por cortisol y somatotrofina, utilizando glicerol, ácido pirúvico provenientes de la oxidación de las grasas y glucosa y los aminoácidos de las proteínas musculares, todo a nivel hepático, libera glucosa que pasa a la sangre para reestablecer la glucemia a valores normales. La hipoglucemia en el diabético se produce cuando el aporte de glucosa (sanguínea) a las células no compensa su consumo. El trastorno puede ser producido por: a) exceso del consumo de glucosa por la insulina (insulina exógeno o estimulantes de su secreción como las sulfonilureas o las meglitinidas) o bien, también cuando existe un ejercicio intenso que consume mayor cantidad del azúcar. b) Otros mecanismos de la hipoglucemia son la deficiente alimentación o su omisión y la ausencia o la insuficiencia de la glucogenólisis y/o gluconeogénesis (endocrinopatías y hepatopatías). Cuando una insulina exógena de efecto rápido (insulina cristalina o corriente) es utilizada, la hipoglucemia se manifiesta a las 2 a 3 hs. de su inyección subcutánea. Si es una insulina de acción intermedia o prolongada, el fenómeno se manifiesta entre 4 y 8 hs de su administración.

Los órganos más sensibles al déficit de glucosa son los del sistema nervioso central, y dentro de él, la corteza cerebral es la primera en sufrirlo, luego la subcorteza, continúa con el tronco cerebral y por último la médula espinal. El conjunto de la sintomatología recibe el nombre de neuroglupenia. Por otra parte, el sufrimiento córtico subcortical estimula los centros simpáticos del hipotálamo que a su vez excita los nervios simpáticos y la médula suprarrenal. El resultado es la liberación de adrenalina. Esta es la reacción simpática de la hipoglucemia. Las manifestaciones más precoces de neuroglucopenia son la disminución de la función cognitiva, inquietud y alteraciones del humor o la conducta. Luego aparece confusión mental o rigidez. La somnolencia reemplaza a la inquietud y por último llega el coma. Puede haber convulsiones tónicas o clónicas. La sintomatología simpática consiste en palpitaciones, sudoración fría, sensación de hambre, temblor fino, taquicardia e hipertensión arterial. El signo patognomónico es la hipoglicemia determinada bioquímicamente (sangre capilar o venosa) con valores menores a 50 mg. %. Las drogas bloqueantes adrenérgicas beta pueden suprimir la respuesta simpático adrenal y precipitar o agravar la hipoglicemia.



7.2. Complicaciones crónicas

a) Retinopatía Diabética

La retinopatía diabética es una complicación de la diabetes y una de las causas principales de la ceguera. Ocurre cuando la diabetes daña a los pequeños vasos sanguíneos de la retina, que es el tejido sensible a la luz situado en la parte posterior del ojo. Para tener buena visión, es necesario tener una retina saludable. Casi el 25% de todos los casos nuevos de ceguera se atribuyen a la diabetes. La retinopatía diabética es progresiva y tiende a empeorar con la duración de la enfermedad.

1. Etapas de la retinopatía diabética

La retinopatía diabética tiene cuatro etapas:

1.1. Retinopatía no proliferativa ligera. Esta es la etapa más temprana de la enfermedad en la que aparecen los microaneurismas. Estas son pequeñas áreas de inflamación, que parecen ampollas, en los pequeños vasos sanguíneos de la retina.

1.2. Retinopatía no proliferativa moderada. Según avanza la enfermedad, algunos vasos sanguíneos que alimentan la retina se obstruyen.

1.3. Retinopatía no proliferativa severa. En esta etapa muchos más vasos sanguíneos se bloquean, haciendo que varias partes de la retina dejen de recibir sangre. Entonces estas áreas de la retina envían señales al cuerpo para que haga crecer nuevos vasos sanguíneos.

1.4. Retinopatía proliferativa severa. En esta etapa avanzada, las señales enviadas por la retina para alimentarse causan el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos. Esto se llama la retinopatía proliferativa. Estos nuevos vasos sanguíneos son anormales y frágiles. Crecen a lo largo de la retina y de la superficie del gel vítreo, el gel incoloro que llena el interior del ojo.

Por sí mismos, estos vasos sanguíneos no causan ningún síntoma o pérdida de la visión. Sin embargo, tienen paredes muy delgadas y frágiles. Si llegaran a gotear sangre, podría haber una pérdida severa en la visión o incluso resultar en la ceguera.



2. Riesgo de desarrollar la retinopatía diabética

Todas las personas con diabetes, tanto del tipo 1 como del tipo 2, corren riesgo. Por eso, todas las personas con diabetes deben hacerse un examen completo de la vista con dilatación de las pupilas, por lo menos una vez al año. Entre el 40 y el 45 por ciento de los norteamericanos diagnosticados con diabetes tienen algún nivel de retinopatía diabética. Si usted tiene retinopatía diabética, su oculista le puede recomendar un tratamiento para prevenir el progreso de esta enfermedad.

La retinopatía diabética también puede ser un problema para las mujeres embarazadas que padecen de diabetes. Para proteger su visión, toda mujer embarazada que tiene diabetes debe hacerse un examen completo de la vista con dilatación de las pupilas cuanto antes. Su oculista le puede recomendar exámenes adicionales durante su embarazo.

Los vasos sanguíneos dañados por la retinopatía diabética pueden causar una pérdida en la visión de dos maneras:

1. Se pueden desarrollar vasos sanguíneos anormales y frágiles que pueden gotear sangre en el centro del ojo, opacando la visión. Esto es la retinopatía proliferativa, y es la cuarta y la más avanzada etapa de la enfermedad.

2. Líquido puede gotear dentro del centro de la mácula, la parte del ojo que provee la visión central clara. Este líquido también hace que la mácula se inflame, nublando la visión. Esta condición se llama edema macular. Puede ocurrir en cualquier etapa de la retinopatía diabética, aunque es más probable que ocurra al progresar la enfermedad. Aproximadamente la mitad de las personas que tienen retinopatía proliferativa también padecen de edema macular.

3. Detección del Edema Macular

El edema macular y la retinopatía diabética se detectan al hacerse un examen completo de la vista que incluye:

• Prueba de agudeza visual. En esta prueba se usa una tabla optométrica para medir su vista a diferentes distancias.

• Examen con dilatación de las pupilas. Para dilatar o agrandar las pupilas, el oculista le pondrá unas gotas en los ojos. El oculista mira a través de un lente de aumento especial para examinar la retina y el nervio óptico para ver si hay señales de daño u otros problemas de los ojos. Después del examen, su visión de cerca podrá permanecer borrosa por varias horas.

• Tonometría. Se utiliza un instrumento para medir la presión del ojo. Para esta prueba, el oculista puede ponerle unas gotas para adormecer sus ojos.

El oculista le examinará su retina para ver si hay señales de la enfermedad, incluyendo:

• Vasos sanguíneos que gotean.

• Inflamación de la retina (edema macular).

• Depósitos pálidos y grasosos en la retina, que son señales de que los vasos sanguíneos están goteando.

• Tejido del nervio dañado.

• Cualquier cambio a los vasos sanguíneos.

Si el oculista cree que necesita un tratamiento para el edema macular, le puede sugerir una angiografía fluoresceínica. En este examen, le inyectan un colorante especial en el brazo y le toman unas fotografías cuando el tinte está pasando por los vasos sanguíneos de la retina. Este examen permite al oculista identificar cualquier goteo de los vasos sanguíneos y recomendar un tratamiento.

La retinopatía diabética frecuentemente no ofrece ninguna señal de advertencia temprana. No se debe esperar a tener síntomas y hay que hacerse un examen completo de la vista con dilatación de las pupilas, por lo menos una vez al año.

Al principio, sólo se ve unas manchitas de sangre que "flotan" en su visión. Si aparecen manchas más grandes, se debe acudir al oculista lo más pronto posible antes de que ocurra una hemorragia más seria. Las hemorragias suelen ocurrir más de una vez, y frecuentemente cuando la persona está durmiendo.

Algunas veces las manchas desaparecen sin tratamiento. Sin embargo, la hemorragia puede ocurrir de nuevo y nublarle su vista severamente. Por esto, se tiene que acudir al oculista a la primera señal de que se le está nublando la vista y de que haya más sangramiento.

Si no se trata, la retinopatía proliferativa puede causar una pérdida severa en su visión o incluso la ceguera. Además, mientras más pronto reciba tratamiento, más probabilidad tendrá que el tratamiento sea eficaz.

b) Pie Diabético



Trastorno de los pies de los diabéticos provocado por la enfermedad de las arterias periféricas que irrigan el pie, complicado a menudo por daño de los nervios periféricos del pie e infección. Debido a la oclusión de las arterias que llevan sangre a los pies se produce gangrena.

El pie del paciente diabético es muy sensible a todas formas de traumatismos: el talón y las prominencias óseas resultan especialmente vulnerables. Los daños a los nervios periféricos de los pies provocan trastornos sensoriales, úlceras de la planta del pie, atrofia de la piel.

Es frecuente en los pacientes diabéticos que las lesiones propias del denominado pie diabético trascurran sin dolor, debido a lo cual se suele agravar la lesión antes de que el paciente pida ayuda especializada.

1. Prevención de lesiones del pie diabético

A los pacientes de riesgo (ancianos y aquellos que tienen mala circulación), se les recomienda los siguientes cuidados rutinarios de los pies:

• Cada día, los pies deben ser lavados (aunque no empapados) en agua caliente, cuya temperatura ha sido probada previamente con la mano. Se deben secar con meticulosidad, prestando una atención especial a los espacios interdigitales (entre los dedos).

• Las uñas de los pies deben cortarse con cuidado. Los pacientes con mala vista o manos temblorosas deben pedir a otros personas que se las corten. Las uñas no deben ser más cortas que el extremo del dedo.

• Los pies se deben inspeccionar con frecuencia, buscando detenidamente zonas resecas y fisuras en la piel, sobre todo alrededor de las uñas y en los espacios interdigitales. Deben espolvorearse con talco, si la piel está húmeda, o recubrirse con crema hidratante, si la piel está seca. Las plantas deben ser inspeccionadas con un espejo o por otra persona. Debe tenerse un cuidado especial con los callos y las durezas, que deben ser atendidas por un podólogo. No se deben utilizar antisépticos potentes (yodo), ni callicidas.

• Si aparecen ampollas o infecciones, debe consultarse inmediatamente al médico.

• No deben utilizarse bolsas de agua caliente. Es preferible utilizar unos calcetines.

• Pueden emplearse mantas eléctricas, pero deben apagarse antes de meterse en la cama.

• Los zapatos deben ajustar bien (sin apretar) y ser confortables, dejando espacio para que los dedos descansen en su posición natural.

• Los zapatos nuevos deben calzarse progresivamente, cada vez durante un tiempo un poco más largo.

• Se deben utilizar calcetines de algodón o lana, mejor que de nylon. Deben ser de la talla adecuada y no tener zurcidos ni costuras que puedan producir presiones. Deben cambiarse diariamente.

• Caminar con los pies descalzos es peligroso, ya que una pequeña herida puede tardar mucho en curarse.

• Dejar de fumar. El tabaco es muy perjudicial para los diabéticos, porque produce vasoconstricción.

• Otro aspecto de la prevención que merece cierta atención, es el diseño de calzado a medida para los diabéticos con pies muy vulnerables. Estos zapatos deben estar diseñados para redistribuir las fuerzas que soporta el pie.

2. Cuidado de las lesiones ya existentes

• Se debe hacer un examen detallado de ambos pies, con una inspección cuidadosa de los talones y los espacios interdigitales.

• El estado de la circulación, y sensibilidad deben evaluarse con detalle.

• Deben tenerse en cuenta la temperatura y el color de la piel, la respuesta vascular a la elevación del miembro, es decir si se producen cambios en el color según la postura de la extremidad, el cambio en la cantidad de pelo de la pierna.

• Una fotografía en color es útil para poder juzgar la progresión de la falta de riego.

3. Tratamiento del pie diabético

• Protección contra el daño que se asocia a la pérdida de sensibilidad causada por lesión de los nervios periféricos.

• Tratamiento de la infección que pueda aparecer.

• Mejoría de la circulación evitando el uso de calzado o prendas ajustadas.

• Control médico de la diabetes, es decir, comprobar que los niveles de glucosa se encuentran dentro de los límites permitidos.

c) Neuropatía diabética

La neuropatía diabética es un tipo de daño en los nervios que ocurre en las personas que tienen diabetes. Este daño dificulta la tarea de los nervios de estas personas para transmitir mensajes al cerebro y a otras partes del cuerpo. Puede causar entumecimiento o sea falta de sensación o un hormigueo doloroso y sensación de ardor en partes del cuerpo. La neuropatía diabética también puede causar:

• Debilidad muscular y dificultad para caminar.

• Problemas de la vejiga tales como infecciones del sistema urinario e incontinencia urinaria, es decir, pérdida del control de la vejiga.

• Problemas digestivos tales como sensación de hinchazón, dolor abdominal, estreñimiento, náuseas, vómito y diarrea.

• Disfunción eréctil en el hombre, y resequedad vaginal en la mujer.



1. Causas de la neuropatía diabética

La diabetes hace que el nivel de azúcar en su sangre sea más alto de lo normal. Con el tiempo, los niveles de azúcar altos dañan los vasos sanguíneos y los nervios. Por eso es que las personas que no controlan (o no pueden controlar) sus niveles de azúcar muy bien parece ser que tienen más probabilidad de que les de neuropatía diabética.

Los hombres tienen más probabilidad de tener neuropatía diabética que las mujeres. Niveles de colesterol alto y fumar también aumentan su riesgo.



2. Síntomas de la neuropatía diabética

Los síntomas de la neuropatía diabética aparecen gradualmente con el tiempo e incluyen lo siguiente:

• Sensación de adormecimiento, hormigueo o ardor en los dedos de las manos, de los pies, en las manos o pies o en ambos.

• Dolor agudo que es peor de noche.

• Cortaduras, úlceras o vesículas en los pies que no duelen tanto como debieran y que también sanan muy despacio.

• Debilidad muscular y dificultad para caminar.

• Problemas de la vejiga tales como infecciones del sistema urinario e incontinencia urinaria.

• Problemas del sistema digestivo tales como sensación de hinchazón, dolor abdominal, estreñimiento, náuseas, vómito y diarrea.

• Disfunción eréctil en el hombre, y resequedad vaginal en la mujer.

Si la neuropatía diabética ha dañado los nervios en las piernas y pies, puede que no sea capaz de sentir dolor en estas partes del cuerpo. Esto representa un problema puesto que el dolor puede ser una señal útil. Si usted pierde la sensación de los pies, puede lesionarse los pies y no saberlo. Además, se le pueden atrofiar los músculos (disminuir de tamaño) haciendo que le sea difícil caminar. La piel de sus pies puede rajarse y formar úlceras. Si estas úlceras no sanan o se infectan podrían requerir tratamiento en un hospital. En casos graves, se podría requerir que le amputaran (cortaran) el pie. Puesto que la diabetes hace que las heridas sanen con más dificultad, es importante que cuidarse bien los pies, y en primer lugar, prevenir las lesiones en los mismos.

3. Prevención de la neuropatía diabética

Mantenga su nivel de azúcar en la sangre lo más cerca posible del nivel normal. Además, siga las recomendaciones de su médico con respecto a la alimentación y el ejercicio. Tome su insulina o su medicamento exactamente como el médico se lo receta. Aquí encontrará otras formas de proteger sus pies:

• Lave sus pies con agua tibia —no caliente— y un jabón suave todos los días.

• Seque bien sus pies, especialmente entre los dedos. Use una toalla suave y séquelos con palmaditas delicadas, sin frotarlos.

• Suavice la piel de sus pies aplicando una crema o loción a base de lanolina; en particular en los talones. Si la piel está agrietada, consulte a su médico acerca de cómo tratarla.

• Mantenga sus pies secos poniéndoles talco no medicinal antes de colocarse los zapatos, los calcetines o las medias.

• Revise sus pies todos los días. Quizá necesite un espejo para observar la planta de sus pies. Consulte a su médico si usted tiene enrojecimiento, hinchazón, dolor persistente, adormecimiento u hormigueo en cualquier parte de su pie.

• No se haga tratamientos en callos, endurecimientos de la piel o juanetes sin consultar antes con su médico.

• Corte las uñas de los pies en forma recta pare evitar que se le encarnen. Puede ser útil remojar las uñas en agua tibia para suavizarlas antes de cortarlas. Límese los bordes de las uñas con mucho cuidado.

• No deje que sus pies se calienten o enfríen demasiado.

• No camine descalzo.

4. Tratamiento de la neuropatía diabética

No existe cura para la neuropatía diabética. El enfoque del tratamiento es desacelerar el desarrollo de la condición a través del control de los niveles de azúcar en la sangre y haciendo cambios en el estilo de vida. Estos cambios en el estilo de vida no solamente ayudan a desacelerar el daño a los nervios sino también a promover la salud en general. Estos incluyen:

• Comer una dieta saludable

• Hacer ejercicio con regularidad

• Mantener un peso saludable.

• Controlar la presión arterial (sanguínea)

• No fumar

• Limitar el consumo de alcohol

El tratamiento de la neuropatía diabética también se enfoca en aliviar el dolor y el malestar. Hay varios medicamentos disponibles que ayudan a aliviar el dolor de la neuropatía. Su médico le ayudará a decidir cuál es el mejor para usted.



d) Nefropatía diabética



La diabetes puede afectar muchas partes del cuerpo incluso los riñones. En los riñones sanos, muchos vasos sanguíneos diminutos remueven los productos de desecho de su cuerpo. Los vasos sanguíneos tienen orificios que son lo suficientemente grandes para permitir que pequeñísimos productos de desecho pasen a la orina, pero también lo suficientemente pequeños para mantener los productos útiles (tales como proteínas y glóbulos rojos) en la sangre. Estos vasos pueden dañarse debido a niveles altos de azúcar en sangre si no se controla la diabetes. Esto puede ocasionar enfermedad renal que también se conoce con el nombre de nefropatía. Si el daño es lo suficientemente grande, sus riñones pueden dejar de funcionar.



1. Síntomas de la nefropatía diabética



La nefropatía diabética generalmente no causa ningún síntoma hasta que el daño renal es grave. En el transcurso de la evolución de la enfermedad, los síntomas pueden incluir lo siguiente:

• Hinchazón de los pies y de los tobillos

• Debilidad

• Pérdida del apetito

• Malestar estomacal

• Insomnio y dificultad para dormir

• Confusión y dificultad para concentrarse

2. Diagnóstico de la nefropatía diabética



Examen de orina para ver si hay proteína en la orina. Si hay proteína en su orina, esto puede significar que la diabetes ha dañado los orificios de los vasos sanguíneos de sus riñones. Esto hace que los orificios se agranden lo suficiente como para que la proteína y otros nutrientes que el cuerpo necesita se fuguen hacia la orina. Su médico también podría querer hacerle una prueba de sangre para ver qué tanto daño la enfermedad le ha hecho a los riñones.

3. Prevención de la nefropatía diabética



• Mantener la presión arterial (sanguínea) por debajo de 130 sobre 80. Una presión arterial alta puede acelerar el daño de los riñones. El médico puede indicar un medicamento para ayudar a bajar la presión arterial.

• Controlar el nivel de azúcar en sangre. Debe tomar sus medicamentos para la diabetes, y la insulina, o ambos, exactamente como el médico se lo receta.

• Mantener una dieta saludable. Las personas que tienen nefropatía diabética pueden necesitar comer menos proteínas.

• Mantenerse físicamente activo todos los días.

• Dejar de fumar.

• Verificar con el médico antes de tomar cualquier medicamento nuevo. Esto incluye vitaminas, medicamentos a base de hierbas y medicamentos que se obtienen sin receta médica.

• Cumplir con todas las citas médicas.



4. Consecuencias de la nefropatía diabética



Incluso con los tratamientos correctos, la nefropatía diabética puede empeorar con el tiempo. Sus riñones pueden dejar de funcionar. Esto se conoce con el nombre de insuficiencia renal. Si esto ocurre, los productos de desecho se acumulan dentro de su cuerpo. Esto puede causar náusea, vómito, debilidad, dificultad para respirar (sensación de 'falta de aire') y confusión. En casos graves, la insuficiencia renal puede causar convulsiones y coma.



Si una persona tiene insuficiencia renal, el médico le indicará realizarse diálisis. En la diálisis se usa una máquina para sacar los productos de desecho que se encuentran en la sangre. Un tipo de diálisis tiene que hacerse en una clínica. En el otro tipo de diálisis, la máquina es tan pequeña que puede amarrarse a su cuerpo mientras realiza las actividades diarias. Es el médico quién ayudará a decidir qué tipo de máquina para diálisis es la adecuada para cada persona.



e) Enfermedad cardiovascular

La enfermedad cardiovascular constituye la principal causa de muerte en diabéticos, y es más prevalerte que en los no diabéticos debido a aterogénesis acelerada. No solo es más frecuente la enfermedad cardiovascular, sino que se inicia en edad más temprana y con manifestaciones más intensas. No se conoce por completo la causa de la aterosclerosis acelerada en el diabético pero puede ser multifactorial.

La hipertensión arterial es un factor concomitante presente en la diabetes y se debe tratar con firmeza. El diabético tiene un riesgo mucho mayor de presentar todas las formas de cardiopatía, inclusive cuando no hay hipertensión ni hiperlipoproteinemia.

Las complicaciones del infarto del miocardio son más frecuentes en diabéticos y la supervivencia después de un infarto es menor. La enfermedad vascular periférica es mucho más frecuente en el diabético que en el no diabético y esto es particularmente válido en caso de insuficiencia vascular distal de extremidades pélvicas. Cuando se combina con las complicaciones neuropáticas de la diabetes, se presenta un ambiente ideal para el desarrollo de isquemia y gangrena que requieren amputación. Debido a la enfermedad intensa distal de pequeños vasos suelen ser satisfactorios los procedimientos de desbridación quirúrgica. Casi todas las formas de enfermedad cerebrovascular y apoplejía también son más frecuentes en losdiabéticos.



f) Lesiones dermatológicas

Las anomalías dermatológicas son frecuentes en los diabéticos, los pacientes son más susceptibles a diversas infecciones cutáneas como furúnculos y ántrax, que suelen ser extensos y difíciles de tratar. La candidiasis vaginal es frecuente en mujeres glucosúricas e hiperglucémicas. Los agentes antimicóticos son eficaces para el tratamiento de la enfermedad pero son frecuentes las recidivas hasta que se logra un control adecuado de la glucosuria.

La necrobiosis lipoídica de los diabéticos consta de lesiones redondas u ovales bien definidas en la parte anterior de las piernas. La dermopatía diabética (manchas pretibiales) es la lesión dermatológica más frecuente en los diabéticos y afecta al 60% de los hombres y 30% de las mujeres. En individuos diabéticos insulinodependientes se ha observado piel serosa en el dorso de las manos relacionada con contracciones articulares, esto puede ser una observación clínica importante, ya que los pacientes parecen tener desarrollo acelerado de otras complicaciones microangiopáticas.



8.- DIABETES Y PROBLEMAS SEXUALES

8.1.- Diabetes y sexualidad femenina

En uno de los pocos estudios realizados acerca del efecto de la diabetes en la sexualidad femenina, la mujer pre-menopáusica con Diabetes Tipo 1 (insulino-dependiente) no tiene mayor incremento de problemas sexuales, comparado con mujeres no diabéticas. Sin embargo, un mayor incremento de problemas sexuales fue encontrado en mujeres con Diabetes Tipo 2 (no insulino-dependiente). Estas mujeres experimentan menos deseo y lo evitan con mayor frecuencia, además tuvieron más dificultad de lubricación, de alcanzar el orgasmo, mayor incidencia de dolor durante las relaciones sexuales y menos satisfacción que las mujeres sin Diabetes.

Una posible explicación al incremento de dolor en las mujeres con Diabetes Tipo 2, es que estas mujeres son mayores que las mujeres con Diabetes Tipo 1, y esto es más susceptible a llegar con la menopausia, la cual puede causar disminución en la elasticidad y lubricación vaginal, lo que puede hacer incómodas y dolorosas las relaciones sexuales. La terapia de reemplazo de estrógeno puede revertir estos efectos menopáusicos.

Otra razón puede ser que la diabetes Tipo 2 aparece cuando la mujer generalmente, ya ha establecido una relación amorosa y patrones de estilo de vida, entonces puede ser difícil para una mujer ajustar a su vida todos los cambios que requiere el control de la diabetes, ya que éstos pueden afectar la relación de la pareja.

A pesar de que las mujeres con Diabetes Tipo 1 no son más susceptibles a problemas sexuales comparadas con mujeres sin Diabetes, esto no significa que nunca experimentarán estos problemas. Algunos de los más comunes en la mujer son:

• Lubricación insuficiente: El problema sexual, relacionado con la diabetes más frecuente en la mujer, es la disminución de lubricación vaginal. La lubricación ocurre durante la fase de excitación, que es además donde se expande la vagina en preparación al acto sexual. Si hay una falta de expansión junto a una resequedad vaginal, el resultado es dolor e irritación durante las relaciones sexuales. Existen muchos lubricantes vaginales en el mercado que pueden ser utilizados para evitar estas molestias. Asegúrese de usar uno a base de agua; los productos a base de aceite, no deben ser usados, debido a que éstos no son absorbidos como los productos a base de agua y pueden fomentar el crecimiento de bacterias y la subsiguiente infección. Los gels lubricantes pueden ser insertados dentro de la vagina con un aplicador o con el dedo, antes de el acto sexual. Para casos de resequedad severa un supositorio vaginal puede ser insertado antes de las relaciones sexuales. A pesar de que estos productos pueden ser adquiridos sin prescripción, es importante discutir previamente su uso con el médico.

• Incapacidad de alcanzar el orgasmo: La Diabetes no tiene porque afectar la capacidad de la mujer para alcanzar el orgasmo. Es más, si usted tiene problemas para alcanzar el orgasmo, lo más seguro es que la Diabetes no tenga nada que ver con eso. Aproximadamente, un tercio de las mujeres (con o sin Diabetes) no pueden alcanzar el orgasmo durante las relaciones sexuales sin la estimulación directa en el clítoris, bien sea con la mano, vibrador o con ayuda de su pareja. Sin embargo, un problema en la fase de excitación, como por ejemplo, lubricación insuficiente (la cual sí está asociada con la Diabetes) y que puede causar molestia y dolor, puede hacer que disminuya la respuesta orgásmica. Una disminución en la respuesta orgásmica puede ser también motivado a disminución en el deseo, el cual puede ser afectado por factores relacionados con la Diabetes. Los elevados niveles de glucosa en la sangre pueden causar fatiga, lo que trae como consecuencia pérdida del deseo.



Infecciones vaginales: Las mujeres que constantemente tienen elevados niveles de glucosa en la sangre (hiperglicemia) son más propensas a las infecciones vaginales, las cuales pueden producir incomodidad y en consecuencia, el hecho de tratar de evitar la actividad sexual. Algunas mujeres sienten que sus genitales no están limpios, generalmente debido a factores sociales o culturales. Los anuncios publicitarios de productos de higiene femenina, ayudan a reafirmar este mito, pero en realidad unos genitales saludables no requieren atención especial para mantenerlos limpios. Por otro lado, las infecciones vaginales pueden producir un desagradable olor, que puede aumentar la sensación de suciedad haciendo que se eviten ciertos tipos de juego sexual. Una vez más, es importante recordar que los niveles de glucosa en la sangre bien controlados, ayudan a evitar las infecciones vaginales.

Hipoglicemia: Muchas mujeres se preocupan porque puedan tener una baja de azúcar durante las relaciones sexuales, especialmente en la época de ajustes iniciales a la diabetes. Peor aún, en algunos casos los síntomas de hipoglicemia pueden confundirse con los de excitación sexual. A pesar de que la actividad sexual reduce los niveles de glucosa, no es una gran causante de hipoglicemia. De hecho, uno de los pocos estudios realizados en esta materia no encontró cambios significativos de los niveles de glucosa durante el sexo. De todas maneras, es buena idea monitorear su glicemia antes y después del sexo, anotando la hora del día con respecto a la hora pico de acción de la insulina, horario de comidas y la duración de la actividad sexual. Todos estos factores pueden afectar los niveles de glucosa y conociendo la respuesta de su organismo al sexo, puede liberar ciertas ansiedades a este respecto. Si necesita tomar ciertas precauciones, como por ejemplo comer una merienda para evitar hipoglicemia, hágalo. Recuerde además que si su nivel de glucosa está bajo, antes de tener relaciones, esto puede afectar su habilidad de excitación.

La respuesta física es sólo una parte de la sexualidad, probablemente la parte menos complicada. La sexualidad va más allá del acto sexual, es una parte intrínseca de la personalidad, que indica cómo te relacionas con los demás y cómo se relacionan los demás contigo.

La manera como usted se adapte a la Diabetes y la incorpore a su vida afecta su sexualidad. Por ejemplo, el stress por tratar con los múltiples aspectos de la Diabetes, puede crear sentimientos de rabia, depresión y ansiedad, y estos sentimientos pueden a su vez, tener impacto en la manera como usted se relaciona con las demás personas, incluyendo a su pareja.

La diabetes puede tener además un impacto en su autoestima e imagen corporal. Esta imagen corporal incluye conceptos como "espacio personal", "límites o fronteras personales" y ciertas tareas necesarias para un buen control de la diabetes, como inyecciones de insulina y monitoreo de glicemias, que pueden parecer como invasores a sus límites o fronteras. Estas invasiones no bienvenidas pueden llevar a tratar de retener fronteras personales en otras áreas de su vida. Para una mujer que lucha por mantener sus fronteras en una relación íntima, donde se requiere que ambos despejen sus fronteras personales, esta situación será incomoda, por lo tanto, esa mujer tratará de evitar cualquier relación amorosa que implique intimidad.

Otras mujeres buscarán establecer una relación que no sea tan compenetrada como ellas quisieran, porque tienen miedo de que nadie vaya a querer una pareja con Diabetes.

La diabetes no solamente afecta el desarrollo de las nuevas amistades, sino que también puede tener un impacto en relaciones previamente establecidas. Es más, una mujer que es diagnosticada con Diabetes después de 25 años de casada, tendrá más angustia con respecto a su pareja que una mujer que ha sido diabética desde la infancia, debido a que los diagnósticos recientes implican cambios en el estilo de vida y por consiguiente, en la relación de la pareja.

Tradicionalmente, la mujer ha definido su rol de ser femenina en relación con su habilidad de tener hijos. Para algunas mujeres el hecho de tener un bebé da una sensación de logro, de poder. Las mujeres con Diabetes, generalmente se preocupan por tener hijos normales y saludables, pero las estadísticas demuestran que un control adecuado y la tecnología en Obstetricia moderna, asegura que las mujeres con Diabetes pueden tener hijos saludables. Sin embargo, la cantidad de esfuerzo y ansiedad que sienten las mujeres diabéticas embarazadas puede disipar la felicidad del embarazo. Con el nacimiento del bebé, se reafirma nuevamente ese sentimiento de logro y de poder sobre sus cuerpos.

Usted puede tener una vida sexual placentera, pero al igual que muchas cosas en la vida, esto conlleva trabajo. El factor más importante para una relación sexual saludable, es la comunicación.

Expresar las necesidades a su pareja y tener en cuenta que desarrollar y mantener una relación requiere tiempo y esfuerzo. Las parejas que han estado juntas por mucho tempo, también requerirán tiempo para redescubrirse. Si se está experimentando problemas con la pareja, podría ayudar el hecho de discutirlo con su médico, éste puede ofrecer soluciones simples. También, podría ser de gran ayuda el visitar a un consultor matrimonial o a un terapista sexual.

Aprender a adaptar la diabetes a la vida en pareja puede beneficiar en gran medida el aspecto sexual.

8.2.- Diabetes en la sexualidad masculina

La diabetes puede ser la causa de problemas en la vida sexual de algunos hombres y estos pueden ocurrir por factores tanto físicos como psicológicos (disfunciones sexuales masculinas).

Las disfunciones sexuales masculinas, pueden ser causadas por trastornos en la erección, eyaculación, orgasmo, sensibilidad y deseo sexual.

La diabetes cuando no es controlada adecuadamente puede ir dañando los vasos sanguíneos, arterias y venas incrementando el riesgo de que aparezca alguna disfunción sexual masculina debido a factores físicos. La Diabetes también puede arrastrar angustia, inseguridad, miedo al fracaso, etc., lo que puede aumentar estos problemas debido a factores psicológicos. Sin embargo, no porque un hombre con Diabetes presente alguna disfunción sexual esta debe ser atribuida a la Diabetes, ya que existen muchas otras causas que pueden producir disfunción sexual masculina y que no tienen nada que ver con la diabetes.

La disfunción sexual más frecuente en hombres con Diabetes es la disfunción eréctil o "impotencia".

A diferencia de las personas que no son diabéticas, las personas que padecen diabetes tipo 1 tienen que prestarle un poco más de atención a su alimentación y a las actividades que realizan. Deben ocuparse de lo siguiente:

chequear el nivel de azúcar en sangre varias veces al día mediante una pequeña muestra de sangre

inyectarse insulina o usar una bomba de insulina

seguir una dieta balanceada y saludable, además de prestar especial atención tanto a la cantidad de azúcar y almidón que contienen los alimentos como al horario de las comidas

hacer ejercicio regularmente para ayudar a mantener el nivel de azúcar en sangre bajo control y evitar los problemas que la diabetes puede ocasionar a largo plazo, como las enfermedades cardíacas

realizarse controles periódicos con su médico y con otros miembros del equipo de profesionales que está tratando su diabetes, para poder mantenerse sanas y disponer del tratamiento adecuado ante cualquier problema

En ocasiones, las personas que padecen diabetes se sienten diferentes de sus amigos porque necesitan inyectarse insulina, cuidar su dieta y chequear el nivel de azúcar en sangre todos los días. Y algunas personas con diabetes prefieren negar que padecen esta enfermedad. Tienen la ilusion de que si fingen no padecer la enfermedad, la diabetes desaparecerá. Quizá se sientan enojados, deprimidos, desvalidos, o crean que sus padres siempre están discutiendo sobre su tratamiento para la diabetes.

No hay duda de que la diabetes plantea desafíos. Sin embargo, las personas que padecen diabetes practican deportes, viajan, salen con otras personas, van a la escuela y trabajan, al igual que cualquiera de sus amigos. Existen miles de adolescentes que padecen diabetes y todos aprenden a afrontar los mismos

9.- TRATAMIENTO DE LA DIABETES

Cada persona tiene un plan de tratamiento diferente, que se basa en las necesidades de esa persona en cuanto a su salud y en las sugerencias del equipo que está tratando su diabetes.

Lo primero que hay que saber en relación con el tratamiento para la diabetes es cuáles son los niveles de glucosa en sangre. El nivel de glucosa en sangre es la cantidad de glucosa que una persona tiene en su sangre. La glucosa es un azúcar contenida en los alimentos que comemos y, además, el cuerpo la produce y la almacena. Es la principal fuente de energía para las células del cuerpo y llega a cada célula a través del torrente sanguíneo. La glucosa ingresa en las células con la ayuda de una hormona que se denomina "insulina".

El plan de tratamiento para una persona que padece diabetes tipo 1 consiste en mantener los niveles de azúcar en sangre dentro de parámetros saludables, y debe garantizar que esas personas podrán crecer y desarrollarse normalmente. Para lograr este objetivo, las personas que padecen diabetes tipo 1 deben ocuparse de lo siguiente:

• inyectarse insulina o usar una bomba de insulina todos los días.

• seguir una dieta saludable y balanceada, además de ajustarse a un plan de comidas para diabéticos

• chequear sus niveles de azúcar en sangre varias veces por día

realizar actividad física regularmente

Seguir el plan de tratamiento puede ayudar a que una persona se mantenga sana, pero no implica una cura para la diabetes. Hasta el momento, no existe una cura para la diabetes. Por lo tanto, las personas que padecen diabetes tipo 1 necesitan estar en tratamiento por el resto de su vida. Es bueno saber que respetar el plan puede ayudar a que las personas se sientan saludables y no tengan problemas de salud asociados a la diabetes a largo plazo.

• Inyectarse insulina o usar una bomba de insulina todos los días

Las personas que padecen diabetes tipo 1 deben inyectarse insulina o usar una bomba de insulina todos los días como parte del tratamiento. Debido a que su cuerpo ya no puede producir insulina, necesitan incorporar la cantidad suficiente de insulina para que sus niveles de azúcar en sangre se mantengan dentro de parámetros saludables.

Por el momento, el único modo de incorporar la insulina en el cuerpo es mediante inyecciones o usando una bomba de insulina. Si una persona intentara tomar la insulina en forma de píldora, los ácidos y jugos digestivos presentes en el estómago harían que el medicamento se descompusiera, lo que suprimiría su efecto. Por suerte, en la actualidad, las inyecciones de insulina casi no duelen debido a que existen agujas más pequeñas.

Existen distintos tipos de insulina, destinados a diferentes propósitos. Salvo que utilicen una bomba de insulina, la mayoría de las personas que padecen diabetes tipo 1 necesitan más de una inyección de insulina por día para mantener sus niveles de azúcar en sangre bajo control.

• Seguir una dieta balanceada y saludable

A diferencia de las personas que no son diabéticas, las personas que padecen diabetes tipo 1 tienen que prestarle un poco más de atención a su alimentación. Necesitan seguir una dieta balanceada y saludable, además de prestarles más atención a lo que comen y a los horarios en los que comen.

Además de comer alimentos nutritivos, las personas que padecen diabetes también necesitan mantener un equilibrio entre lo que comen, la cantidad de insulina que se inyectan y su nivel de actividad. Esto es así porque la ingesta de ciertos alimentos y no de otros hará que los niveles de azúcar en sangre aumenten, mientras que la insulina y el ejercicio lograrán que bajen. La proporción en que aumentarán los niveles de azúcar en sangre después de comer dependerá del tipo de nutrientes que contengan los alimentos.

Los tres principales tipos de nutrientes que se encuentran en los alimentos son los carbohidratos, las proteínas y las grasas. Todos ellos aportan energía en forma de calorías. Los alimentos que contienen carbohidratos provocan el mayor aumento en los niveles de azúcar en sangre. Los alimentos que contienen mayormente proteínas y/o grasas no afectan tanto los niveles de azúcar en sangre. Nuestro cuerpo necesita estos tres tipos de nutrientes, en distintas cantidades, para funcionar correctamente.

Como parte del tratamiento para la diabetes, tú y el equipo que está tratando tu enfermedad diseñarán un plan de comidas y lo pondrán por escrito. Este plan de comidas incluirá alimentos que contengan todos los nutrientes esenciales. Los planes de comidas suelen componerse de desayuno, almuerzo y cena, además de los refrigerios programados entre comidas. El plan de comidas para diabéticos no te dirá exactamente qué alimentos comer, pero te orientará a elegir opciones dentro de los principales grupos de alimentos, para que puedas seguir una dieta nutritiva y balanceada. Cada comida y refrigerio del plan contendrá una cierta cantidad de carbohidratos en función de la cantidad y el tipo de insulina que estés recibiendo.

Tu plan de comidas está diseñado especialmente para ti, en función de tu edad, tu nivel de actividad, tu rutina y lo que te gusta o no te gusta comer. Deberá ser lo suficientemente flexible para que sepas cómo manejar tu diabetes en ocasiones especiales, como una fiesta o durante las vacaciones. Si sigues tu plan de comidas, te resultará más fácil mantener los niveles de azúcar en sangre dentro de parámetros saludables.

Además de orientarte sobre qué comer, el plan de comidas te recomendará que restrinjas aquellos alimentos que contengan demasiadas grasas o calorías y que no contengan vitaminas ni minerales. De todos modos, cualquiera que siga una dieta saludable debe restringir estos alimentos, porque consumirlos en exceso puede llevar al sobrepeso o provocar otros problemas de salud a largo plazo, como enfermedades cardíacas.

• Chequear los niveles de azúcar en sangre

El chequeo de tus niveles de azúcar en sangre también forma parte de tu plan de tratamiento. Te permite saber cómo están funcionando los otros componentes de tu tratamiento: las inyecciones de insulina y el plan de comidas.

Si mantienes los niveles de azúcar en sangre dentro de parámetros saludables, te sentirás mejor y reducirás el riesgo de tener problemas de salud asociados con la diabetes en el futuro. El chequeo de los niveles de azúcar en sangre es la única manera que tienes de saber cómo estás controlando la diabetes.

El equipo que está tratando tu diabetes te hará saber cuáles deben ser tus niveles de azúcar en sangre y cuándo realizarte los chequeos. En general, las personas que padecen diabetes tipo 1 deben chequear sus niveles de azúcar en sangre con un medidor de glucosa al menos dos veces por día. Lo ideal es que los chequeen tres o cuatro veces por día.

Un medidor de glucosa en sangre te muestra cuál es tu nivel de azúcar en sangre en el momento en que realizas el chequeo. Tu médico también puede indicarte otros análisis que miden el azúcar en sangre para que sepas cómo han estado estos niveles durante los meses anteriores al análisis.



• Hacer ejercicio regularmente

El ejercicio también es un componente esencial del tratamiento para la diabetes. La actividad física regular ayuda a mantener los niveles de azúcar en sangre dentro de parámetros saludables. Además, puede reducir el riesgo de tener otros problemas de salud que las personas con diabetes son más propensas a padecer, como enfermedades cardíacas y cáncer.

La mayoría de los ejercicios son excelentes para las personas que padecen diabetes tipo 1: desde pasear al perro o andar en bicicleta hasta practicar deportes en equipo. Sólo asegúrate de hacer ejercicio todos los días para beneficiarte al máximo.

Puedes hablar con el equipo de profesionales que está tratando tu diabetes sobre cómo planificar tu ejercicio en función de tus comidas y las inyecciones de insulina. Ellos te harán sugerencias específicas para que hagas ejercicio o algún deporte y te darán instrucciones por escrito por si surge algún problema asociado con tu diabetes durante esta práctica, como la hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en sangre) o la hiperglicemia (alto nivel de azúcar en sangre).

















10.- CONCLUSIONES

1.- La diabetes es una enfermedad crónica del metabolismo. Se debe

a la falta total o parcial de la hormona llamada insulina, secretada por los islotes de langerhans en el páncreas. Su déficit produce la no absorción

por parte de las células, de la glucosa, produciendo una menor síntesis de depósitos energéticos en las células y la elevación de la glucosa en la sangre (hiperglucemia).

2.- El tratamiento de la Diabetes tiene como objetivo, hacer lo que el organismo debe realizar normalmente, o sea, mantener el apropiado balance de insulina y glucosa en la sangre. La diabetes es controlada manteniendo los niveles de glucosa en la sangre, tan cerca de los rangos normales (70-110 mg./dl) como sea posible a cualquier hora del día (tanto en ayunas, como después de las comidas). Los elementos básicos del control de la Diabetes son: la medicación (insulina y medicamentos orales), régimen nutricional adecuado, plan de ejercicios, educación diabetológica.

11.- RECOMENDACIONES

La diabetes es una enfermedad crónica y, por lo tanto, los métodos de tratamiento y vigilancia del paciente deben tener un enfoque prolongado. Los diabéticos interactúan con proveedores de cuidados de la salud durante el resto de sus días. Deben educarse bien en cuanto a la enfermedad y, en un momento dado, aprender a aplicar los diversos componentes del tratamiento a sus circunstancias personales. Finalmente, muchos de los tratamientos diarios y decisiones al respecto se encuentran en manos del paciente. Gran parte del tratamiento de la diabetes implica cuidados personales intensivos: en un sentido muy real, el paciente puede ser su propio y más importante médico. Esto requiere educación, motivación y ajuste psicológico.



























12.- BIBLIOGRAFÍA



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